Slow Calm. Estudio-Salón de Relax y Masajes.

• by: Jeanette Boti Herrero
• 5 meses ago

Un masaje que me ha dejado como nueva, muy relajante. Ambiente tranquilo pero sobretodo por Emili, que cuida cada detalle. Que gusto da cuando te encuentras a gente que le gusta lo que hace y así lo trasmite a sus clientes. Pendiente de mi comodidad en todo momento y con un tacto increíble.
Gracias, nos veremos pronto!

• by: Ana Hinojar
• 5 meses ago

Contacté con el chico por WhatsApp y agradecida porque hizo todo para poder darnos la cita a la hora que mejor nos venía. (Nos la cambió con otra clienta). El masaje en sí estuvo bien, no de los mejores que he tenido pero bien.
Hicimos un masaje en pareja. Yo estuve en la camilla supletoria, supongo que es la que llevan para viajar. Apenas me cabían los brazos a los lados y los tuve que tener todo el rato colgando. Y por cierto no me los masajeó. La primera parte mi marido tuvo las piedras y yo el masaje. Cuando hizo el cambio, usó la toalla que había usado con mi marido para taparme a mi. Aunque sea mi marido entiendo que debería haber usado una toalla limpia. Y ahí entonces me puso a mi las piedras. A mi parecer, no estaban bien colocadas, ya las he usado anteriormente y nunca me las han puesto como hizo él. Así que no sentí la misma sensación/alivio que si he notado en otras ocasiones en otros masajes. Una vez me quitó las piedras y me quitó la toalla también dejándome al descubierto, y aunque no pasé frío, el cambio de tener las piedras calientes en la espalda a tener la espalda desnuda no fue agradable en absoluto. Una vez terminado quitó el exceso de aceites con las toallas. Desde el principio noté que estaban completamente frías, pero al retirar el exceso de producto noté que además estaban extremadamente ásperas, por lo que rascaron muchísimo.
Otro detalle fue que la luz de la habitación era demasiado brillante, prefiero luces más tenues para una relajación más profunda. Y considero que para un puesto de masajista, se debería utilizar una vestimenta más profesional, algo así como un uniforme y no ropa de calle. La apariencia de la barba y el pelo, deberían ser más cuidados también. Esto es tan solo mi opinión personal y es por estas pequeñas cosas por las que no volveré. El masaje no me compensa con el resto de detalles. Además no se puede pagar con tarjeta, por lo que tuvimos que ir a buscar un cajero y volver a pagar y dejar el dinero en la recepción del hotel. Esto también fue un inconveniente ya que residimos en el extranjero y sacar dinero nos costó comisión y no teníamos opción de hacer bizum.